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lunes

El Pendejo

Ella sabía se solitaria
Y lo anhelaba
Ella estaba harta ya de buscar
Sin sentido quizá
A aquél con la capacidad de mirarla a los ojos.

Ella era el mar
Y era la noche
Pero brillaba como el día
Y en la tierra se entendía

Ella era el amor en estado puro
Y para él encontrarla
Fue quizá lo más absoluto.

El pendejo la miraba sin miedo
El pendejo la contemplaba como a una deidad
El pendejo le dedicaba cada humilde pensamiento brotante de su alma.

Ese extraño ser sabía se con todo lo que ella buscaba
Pero entendía que era demasiado extensa la distancia que los separaba
Horrible distancia que el tiempo así afianzaba.

El pendejo la amaba sinceramente
Pero ella jamás lo aceptaría
Simplemente porque no lo veía
Y eso él ya lo sabía.

A veces nada más nos toca entender
Que no estamos en el lugar correcto
Por momentos pondera comprender
Que la situación no permitirá lo que es incierto.

Por eso
Con todo el dolor que eso conlleva
El pendejo y por pendejo
Decide callar
Porque aquello que es callado
Nunca ha pasado
Y aún sabiéndose con la capacidad de mirarla a los ojos sin dejo de temor alguno
Aún después de derretirse ante cada ínfimo rose con su piel
Aún a sabiendas de su belleza y entereza
El pendejo no lo exteriorizará.

Esperará a que el momento aparezca
Y el destino decida lo que deba
Para que el ciclo nunca pierda la esencia
Y ni ella ni el entorno lo padezcan.

domingo

El Odio

Los odio
Los odio incondicionalmente
Los odio como nunca podría imaginarse en esta tierra
Los odio en forma pasional, perpetua y elocuente.

Y es enfermo
Pensaba que ya se estaba alejando de mi
Pero estaba demasiado arraigado, y no puedo evitar odiarlos

Si al menos pudiera llorar y canalizar el odio hasta transformarlo en algo tan hermoso como una lágrima
Quizá la escandalosa energía brotante de mi cuerpo colérico dejaría de contaminar el ambiente
Pero me olvidé cómo se hacía
O nunca lo supe
Porque nadie me enseñó a llorar
Y es demasiado tarde

Déjenme decirles a pesar de mi profundo odio y malestar
Que sois ustedes tan pobres como yo
y aunque yo no sepa llorar
Al menos puedo expresar
Detestándolos hasta la muerte

Y voy a seguir odiándolos eternamente
Porque corrompéis mi vida y mi espíritu con vuestro amor
Así es
El odio nace del cansancio
Nace del sacrificio eterno
De la muerte de la esperanza

Sólo esperaba una nota
Un saludo
Un mensaje alentador
La devolución merecida del amor que logré sentir

Sepan que es así
Que los odio y los odiaré por siempre
Y lo merecen
como seres repugnantes que son
porque no puedo dejar de admirar sus maravillosas virtudes
Y si en realidad los odio es porque los amo.

Nigromante. . . .