Si es tu primera visita al blog, te recomendamos que leas la primera publicación, puede ayudarte a entender un poco mejor todo esto. . . .

martes

La Eterna Búsqueda

Esta es quizá la primera de tantas reflexiones escritas en prosa y no en verso.
Como alguno de ustedes lo llamaría, choclo de cosas que no vale la pena descifrar, ni mucho menos entender. Sin embargo, ya que estas leyendo esto, te invitaría a continuar y reflexionar, incluso desde una postura crítica, no todos podemos estar de acurdo en todo. Da igual, las reflexiones siempre alimentan el alma, cada uno sabe lo que hace con su vida. . . .

Sigo perdido, buscando ¿Qué se yo buscando qué? Me envolví tanto buscando que cuando me quise dar cuanta no sabía dónde estaba, y me olvidé lo que buscaba.
Me siento un imbésil, dando vueltas en círculos tan imperfectos como cerrados, persiguiendo a la liebre de luz, esa que forma el sol en un efecto luminoso, y que nunca estuvo donde la había visto. ¿Y ahora qué? Ahora que me di cuanta, o que al menos voy entendiendo lo ingenuo que fui ¿Hacia dónde apuntar? ¿A dónde vamos cuando no hay a dónde ir? Quizá no valla a ninguna parte, quizá decida correr eternamente hasta que el cuerpo me detenga, o quizá me funda con el aire, perdido en el viento hasta transformarme en una liebre luminosa.
La tragedia más grande, la que genera este inmenso pesar y trasciende a través de todo cuanto pueda ser, es la simple falta de nada; simplemente no hay nada, y si no hay nada que buscar, no hay nada que encontrar, pero si no sigo buscando la angustia me va a devorar como se devoró todo lo que amaba, hasta dejarme vacío, hasta dejarme sin nada.
No hay caso, voy a seguir buscando, a toda velocidad, aunque no sé hacia dónde, no sé cómo, ni cuando ni mucho menos qué, ¿Cómo voy a saber qué? Nadie me lo dijo, pero acá estoy, esperándolo como un pobre estúpido sentado en una roca dura e incómoda, sobre todo incómoda, casi tanto como la espera.
Nunca voy a encontrar nada si no busco, pero hace tiempo que estoy buscando y todavía no hay rastro de lo que sea que me pueda ayudar, de lo que sea que me pueda permitir pensar que todo valió la pena. De nada sirve llorar sobre la nada, pero caminar no me ha dado resultado ¿Entonces qué? ¿Quién puede recorrer la nada eternamente?
Yo no sé cuanto tiempo más aguante haciéndolo, sólo espero que la energía me alcance para disfrutar lo que sea, para que algo tenga sentido, y el tiempo perdido no sea tal.
Quizá, lo que busque no esté en ninguna parte, y quizá me muera buscando, pero es la búsqueda lo que me da esperanza, lo que me mantiene vivo, lo que me sostiene.

Tobyas. . . .

1 comentario:

Maty dijo...

bueno david, a veces no entiendo si comprendo tus poemas o en realidad no entiendo anda y solo lo leo superficialmente, pero lo importante es que sigas demostrando tu habilidad para expresarte, o para revolver los cerebros de los lectores quien nota la diferencia!